El camino es dificil, pero yo, estoy "hecho a imagen y semejanza de Dios", soy inquebrantable.
Todo camino tiene dificultades y hay caminos que son más difíciles que otros, verdad que no se la puede ocultar. En vez de pretender engañarnos queriendo encontrar caminos de paz, de tranquilidad, de armonía y de comprensión, vale crear un espíritu guerrero que sea retador, luchador y perseverante para que ante nada se detenga y por nada se espante; si a este espíritu se le agrega autonomía, dignidad y libertad, la voluntad humana se convirtiera en indomable, fuerza inquebrantable guiada por una mente exploradora, creadora y constructiva; entonces y solo entonces, la justicia sería un hecho socialmente humano; el respeto y la persistencia sería la norma de convivencia donde nadie abandona la batalla por dura e inhumana que parezca; su voluntad se aferraría al éxito, aunque sufra y llore, avanzaría sin mirar atrás.
La debilidad de espíritu, comúnmente, se acompaña de una mente llena de frustraciones y de fracasos donde prevalece el negativismo, la insuficiencia y la dependencia, estado somnoliento aprovechado por los más astutos para engañarlos, explotarlos y utilizarlos; en estos entornos prevalece el irrespeto y la injusticia.
¿Queremos un mundo más humano?
Entonces, ni astutos ni ingenenuos; se necesita empezar a salir del armario donde a escondidas se encuentra, para iniciar la transformación del ser humano en personas conscientes de sí mismas; en individuos que se valoran por lo que son, por su forma de pensar, por lo que hacen y por lo que quieren; en seres humanos que, en vez de lastimar su naturaleza y la existencia de su especie menospreciándose a sí mismos y desacreditando a sus semejantes, se autoestimulen para liderar una vida mejor que esté de acuerdo a sus propios intereses y capacidades. ¿Cómo lograrlo? - Cambiando de Actitud.